Renacer de las cenizas

Hola, ya estamos casi en julio, y llevo desde diciembre sin escribir nada, soy un poco desastre, y la verdad con segundo de bachiller y selectividad, no me he preocupado mucho del blog. 

Este año, ha sido difícil, segundo de bachiller no se lo recomiendo a nadie sinceramente, pero tenéis que pasar por ello, uff que pena. Si es verdad que el tiempo desde enero hasta mayo, se pasa volando, todo va rápido, los exámenes, las clases.

Yo este año, casi me voy a septiembre, pero gracias a mi profesor de química, a quien nunca olvidaré, pude aprobar matemáticas, ahora la profesora de matemáticas, no sé si la recordaré, como una capulla o como una mujer maja, eso tengo que pensarlo. Al final pude graduarme, y hacer selectividad.

Selectividad, es como bajar a los infiernos de los nervios en tres días, los días anteriores, mientras te tiras como once horas todos los días en la biblioteca estudiando, o por lo menos en mi caso con otra amiga, nombrada en otra entrada; los nervios comienzan a invadirte, aunque cuando ves que hay gente en el tribunal (donde haces los exámenes) que están tan nerviosos, que hace que tu asiento tiemble, como si un terremoto entrara en acción, dices, vale no soy el único. 

El último examen de selectividad, esa última hora y media de pensar y poner todo lo de biología que puedas poner en la pregunta, es el peor examen, las ganas de ser libre, te reconcomen, quieres decir, por fin acabó todo. Y una hora y media después, lo deseado llega, gente llorando de alegría, otra de tristeza porque les ha salido mal, y otra que dice me ha salido genial, y de repente ha sacado un cinco justo, como es mi caso.

Los días después de selectividad, son el renacimiento, tu mente está destrozada, lo único que piensas es en dormir, ir de fiesta, estar con tus padres y tus amigos, todo el tiempo que no lo has estado, por culpa del estudio, en ese momento, actúas como el ave fenix, resurges de tus cenizas, mayormente, porque tu cerebro, está hecho cenizas de tanto estudiar. Comienzan las vacaciones con amigos, las excursiones a otros lugares como mi salida al Escorial, en la que me ha quedado claro, que siempre que voy con mis amigos me pasa algo extraño, vamos a coger el tren, y resulta que nos desvían porque un precioso y listo hombre se ha tirado a las vías, y después en la vuelta a casa, un hombre un tanto peculiar, comienza a atosigarnos en el tren, lo más gracioso, que mientras hablaba con nosotros no paraba de tocarse el paquete. ¿Tendría ladillas? ¿O una gran erección que quería tapar? La cosa es que pesado y misterioso era, meno mal que se fue.

Comienzan las fiestas, las celebraciones, las siestas eternas, y todo siempre pensando que el día 17 de junio, dicen las notas de selectividad, todo iba genial hasta ese momento, en el que me meto en la web, para ber mis notas y veo un 8,678, genial, es la nota que necesito para entrar al grado de biología, si no fuera porque me falta un punto justo. Sí, la vida es dura, mucho, y ahora solo queda esperar a saber en que grado al final entro.

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Atte: Félix Méndez